Allegados íntimos que trabajan en la Residencia Presidencial de Olivos, me han contado personalmente y con lujo de detalles, lo que sucedió en el transcurso de la tarde del sábado 11 de Septiembre de 2010, hechos previos al Pre-Infarto del Ex-Presidente Néstor Kirchner. No había ningún chequeo médico planeado para esa tarde. El ex-Presidente en función, fue llevado de emergencia a la clínica Olivos y luego al Sanatorio Los Arcos. Luego de consultar en la clínica Olivos, me confirmaron que no tenía ningún turno e ingresó a la guardia. Por lo tanto podemos confirmar que no hubo ningún chequeo de rutina planeado, como mintió ese tal secretario "PARRILI". Un gran mentiroso que engaña a la prensa y a un país entero, ese señor "PARRILI". A su vez, ningún chequeo de rutina se hace un sábado a la tarde. Ninguno.
Volviendo a los hechos previos, todo comenzó como una discusión de tono política entre Néstor Kirchner y su esposa, la presidente Cristina Fernandez, luego se transformó en una pelea subida de tono con una impronta muy personal. Desde el living de la Residencia, a pies de la chimenea, se podía escuchar un debate político, que hacía referencia al escenario de 2011. Según me contaron, Néstor le ordenaba a su esposa bajarse de la candidatura y Cristina se negaba. La discusión duró una hora. Luego tomó un tono mas personal y Néstor le reclamaba por Aníbal Fernandez. Decía que no lo quería mas como Jefe de Gabinete, porque no iba a tolerar tener como Jefe de Gabinete a un señor que lo hacía cornudo. Palabras textuales del Ex-Presidente. La presión comenzó a subir, la verborragia y el cólon irritable expiraban toda la furia de un LUPO que explotaba. Fue en ese instante en que un dolor muy fuerte en el pecho, lo puso de rodillas y lo dejó tirado en el piso, cual boxeador en su ocaso que acababa de ser noqueado.
Cristina llamó a su médico personal y a los empleados a los gritos. Juntos lograron levantarlo. De allí lo llevaron a la Clínica Olivos y luego lo que todos ya sabemos.
Un hecho de color y un tanto simpático para cerrar la nota. Luego de la operación, el médico lo palmeó y le dijo: "Ya está Presidente, todo salió perfecto". Y alli Kirchner medio moribundo, le contestó: "No me digas Presidente que mi esposa se va a enojar".
Es un hecho que el Ex-Presidente está enfermo, tiene una enfermedad en sus arterias. Su actividad no es compatible con su salud. Eso es un hecho.
La campaña electoral constituye un factor de riesgo para Néstor Kirchner, de eso no hay ninguna duda.
Por Marcelo Palacios.
